Nunca es tarde para:

• Abandonar una actividad que no te gusta aunque deberías hacerlo (¡no lo hagas!).
• Hacer una lista de “To do in my life”.
• Estudiar OTRA carrera (o dos, o tres, o las que gustes).
• Terminar una relación (de amistad, noviazgo, free,...) de años.
• Enseñar a tus amigos (veinteañero o más) a manejar y “andar” en una bicicleta.
• Aprender a fumar (por muy ridículo que sea).
• Besar a alguien indebido (en un sitio/lugar indebido). 
• Pedir perdón y pedirle a una persona (familiar, amigo, noviazgo, free…) que regrese a tu vida.
• Comenzar a esbozar PLANES para cumplir algunos (o todos) tus sueños (de la infancia o actuales).  
• Renunciar a compromisos con los demás (por mucho que duela), para comenzar con proyectos por cuenta propia.
• Cultivarse en libros, vídeos, pláticas, incluso internet, para llegar a ser  una persona verdaderamente culta.
• Mandar a la chinga a alguien por mucho que lo quieras.
• Aprender otros idiomas por diversión y/o negocios, aunque el idioma “materno” jamás lo utilises correctamente.
• Hacer cosas que sabes que no están bien, una y otra vez, para después arrepentirte y saber que aún NO has aprendido la lección (y quizás nunca lo harás, mejor ya diviértete).
• Enamorarte como adolescente.
• Sublimar cuando reconoces que la causa esta perdida.
• Apender que es mejor ser forever alone que un forever de malas.
• Perder tu tiempo en alguna gran estupidez, para recuperarlo con una gran pasión.
• Buscar un (nuevo) empleo.
• Comenzar a escribir algo, para terminar hanblando de ti. 

Y para ti, nunca sería tarde para…

¿Crisis = Oportunidad?

- ¿Alguien conoce a Julieta?

- ¿A quién? ¿Te refieres a la chica que parece que perdió la razón y al parecer se ríe sin ninguna explicación?

- Aum... No, se le parece, pero no. Me refiero a la chava que está súper desubicada del mapa.

- ¡Ah! No sé, yo creo que ni su salón la conocen (:P).

(¡Pfff!)

Bueno, bueno, ¡a lo nuestro jóvenes!

Yo Julieta, declaró mi vida en autentica crisis, y la verdad es que pese a todo lo que he de exponerte a continuación, me la he pasado bien. Así que tomen asiento.

En este momento de mi vida, donde siento que me eche a correr y de pronto me di cuenta (estando corriendo) que no sé hacia dónde me dirijo (y lo peor es que aún no me detengo), lo único que me ha quedado es intentar reírme de la situación (digo, no vaya a ser que me llegue el aburrimiento en estos días corredizos).

Para seguirle en este rollo de las metáforas y sentimientos encontrados, podría decir que además de estar corriendo sin saber a dónde voy, también tengo la sensación de que existe un gran hueco en mi vida, su inmensidad es tal, que de tan solo pensarlo me da vértigo y prefiero retirar la mirada.

No es nada agradable sentirme así, pero bueno ¡ya qué! Me gusta pensar que es necesario atravesar por este tipo de etapas (¡sí, ya sé! no me gusta la idea, pero el destino se ha encargado de nombrar a esto como una etapa y no como una simple racha). Finalmente hay cosas por las que un@ tiene que pasar en esta incipiente existencia.

De las cosas que realmente me resultan molestas es el hecho de reconocer que, la transición de haber sido la heroína que estudiaba dos carreras a ser la chica que no logra poner orden al tumulto en su cabeza, me parece precipitado y entorpecedor a mi intelecto (además de que mis ganas por hacer algo más de mi vida se ponen en juego en este tipo de crisis).

Realizó día con día un gran esfuerzo por adaptarme a esta nueva situación dónde (aparentemente) el tiempo me sobra, pero resulta que las situaciones (y complicaciones) diarias me indican que no es tiempo de regresar a la ñoña que fui en mi otra vida (y digo otra vida porque lo que siento hoy es como saberme otra).

Muy bien: silencio ante este ruido y muerte a lo que ya no está vivo.

No considero que sea el tiempo para reinventarme (¿eso es posible?), más bien es tiempo oportuno para pensar en cómo le voy hacer para seguirme acercando a lo que “de corazón” quiero, además que de momento no puedo hacer más (lo juro, por más que lo intento).

Para la carrera a gran velocidad emprendida no busco parar, igual y un día de estos me daré cuenta de hacia dónde voy (y si no, pues mínimo me ejercite). Para ese hueco en mi vida es necesario poner tierra de por medio (y no literalmente) y mucho ingenio para construir algo enserio.

Hace tiempo yo decía que Crisis = Tiempo de oportunidad pero, en lo que sigo jugando con mi hiperactiva mente, queridos lectores: ¿Cómo ven? ¿La crisis puede convertirse en una oportunidad?

*‎Esta publicación esta dedicada a mi encuentro vivido con Alexa A. Olguin... ¡¡Te quiero amiga!!