Esta si es la última y nos vamos


“Dos y una”. Es la proporción de mis semanas para decir “esto es lo último y nos vamos” [y esto aplica literal para mi carrera en Administración (¡pff! que poderoso suena)].

Entonces, la cosa esta así, dos son las semanas para cerrar este increíble ciclo de nueve semestres en la Licenciatura en Administración, el tiempo suficiente para transformarme y saber que no habrá marcha atrás (no más intentos de fugarme a otra cosa que no sea el ITQ).

De la misma manera, estoy a una semana de terminar el segundo semestre que me dio la pauta para nuevas interrogantes, que sin duda, hacen replantear mi vida en una dirección que (espero) me acerque más a lo que me gusta y quiero (aunque no tenga "ni la menor mínima idea" de a qué me quiero dedicar "cuando sea grande").

El resultado por consecuencia es que se me avecina mi última semana (oficialmente) como estudiante de estas dos maravillosas carreras, meritando vivirla con toda la intensidad pertinente: dormir poco, escribir y leer a lo masivo, vivir el estrés al máximo y no morir en el intento (y... ¡maldita tos! espero que se ya se me quite).

Este semestre que se va, increíblemente ha sido de los más tranquilos que he tenido en mi vida (pese a a la carga de 10 materias), y esto lo vuelve especialmente extraño. Considero que parte de esta extrañez es mi cambio de actitud hacia las calificaciones, dejando de ser prioridad en mi vida académica, eligiendo a cambio una actitud que armonice mis responsabilidades con el ambiente de mis equipos de trabajo, (¡ja! ¿ya hablo "profesional"?).  

Antes de terminar con esta publicación (e ir a deshacer mi estomago con preocupaciones y pendientes), les quiero platicar que hace poco me queje con una de esas personas que hacen ver los lamentos como pretextos. Y bueno, infaliblemente, esa persona es mi hermano.

Estaba haciendo mi drama, donde responsabilizo a medio mundo, cuando mi hermano me ubico (y me dio una "cachetada con guante blanco") diciéndome que todo esto es solo cosa mía, que si estoy en esta situación es porque yo me la gane, que estoy como en una especie de seudo-rebeldía de algo que me autoimpuse desde un inicio (¡uroales!).

Y aunque al principio no me agrado nadita, considero que hay mucha verdad en lo que me dice. He tenido el suficiente tiempo (algo así como 9 semestres) para decidir dejar de hacer las cosas que se supone no quería hacer, y sin embargo, ya estoy en lo ultimo (pese a todos mis berrinches). Y es que (si quisiera pensarlo bien) al final si tuve y tengo razones por las cuales me quede (pero enserio pensándolo muuuuy bien y a profundidad). 

Realmente estoy cansada (de una parte) de mi vida y estoy como queriendo hacer un respiro para dar rienda suelta a mis pasiones anteriormente postergadas (¡ay ajá! ¿¡pero en qué momento se te ocurre Julietita!?).

En fin, cansada, o quizás aburrida, el hecho es que ya no hay vuelta de hoja: mi ciclo en el ITQ está por terminar y habrá que ponerse las pilas para las peripecias que estoy por hacer (y que ya estaré contando).

Así que, queridos fanzz: ¿está es la última y nos vamos?

Se acerca el final

"TAN  PARECIDOS... Uno te alegra el día, otro te lo amarga"

No sé si es por presumir o por emitir un grito de auxilio el hecho de que estoy a un mes terminar el semestre (aunque para mi serían "los semestres", por aquello de las dos escuelas). Y sí lo tengo bien presente es porque mi “carga de trabajo” lo amerita (9 materias y mi “Residencia Profesional”, sin contar los demás roles de mi vida, merecen un mínimo de preocupación, y es que no tengo de otra).

Lo lamentable de mi situación no está “carga de trabajo”, sino que en realidad se me fue el semestre sin hacer el esfuerzo total que tenía en mente hacer.

Evaluando un poco mi situación considero que… ¡estoy metida en un lío de magnitudes estratosféricas! La cínica de “mi yo bipolar” se la ha pasado postergando mis obligaciones esperando “tener ganas de hacer cosas”, supuestamente como para que me salgan mejor y menor tiempo mis tareas (algo así esperar que una inspiración divina llegará a mi). ¿Y qué creen que ha pasado? ¡Pues obvio! ¡No ha llegado la bendita inspiración!

Al parecer, y por el tiempo que me he tomado de platicar con muuuuchos amigos (¡y que si me he tomado el tiempo de platicar con mis amigos!), no soy la única metida en este rollo de procrastinación.

No es una excusa, más bien una explicación, de que el semestre (en ambas escuelas) ha pintado de un relax muy parecido a la etapa de la secundaria (la diferencia es que mis hormonas, la mayoría del tiempo, me dejan en paz). Y es que a estas “alturas de mi vida” (diría un buen amigo), a quienes tengo que rendir cuentas ya no me exigen hacer las cosas bien todo el tiempo (eso es cosa mía), lo que se me exige es que las haga. Entonces, bajo esas condiciones, pues me he tomado mi tiempo en la espera de trabajar como se debe.

A pesar de que durante el semestre me preocupe por “entregar resultados” me distraje demasiado (nuevamente invoco a mi Segunda Adolescencia). El hecho de volverme a sentirme bien “bajo mi piel” me ha regresado los sueños de compartir mi vida con la gente que quiero, de hacer y cultivar amigos (una actividad que se ha vuelto una prioridad), de volver a querer aprender y disfrutar del arte y la cultura (aunque de manera muy limitada), y entre otras cosas más, disfrutar de las cosas simples que puedo (o no) hacer durante mi día.

Aunque, ¿me distraje o estoy comenzando a hacer las cosas que de verdad quiero? La respuesta, me da un poco de temor emitirla, pero tengo la inteción (en cuanto descubrá el meollo del asunto) de expresarla por este medio.

En fin, muy a mi pesar, y después de tanta obnubilación, ha llegado el momento de comprender que mi último semestre en la Licenciatura de Administración está por terminar (sin olvidar que también está el fin de mi segundo y maravilloso semestre en Psicología).

Así que a todos mis fanzz (jaja… ya quisiera), que nos le caiga de raro si disminuyo mi actividad social en Facebook® (¡eso sí que quisiera hacerlo!) y que me encuentren alterada porque estoy intentando hacer en un mes todo lo que no hice en un semestre (¿¡Dios tengo salvación!?).

De aquí en lo que desfallezco en este cierre de semestre, chiquillos y chiquillas… ¿qué etapa de su vida se está acercando o desean terminar?