Porque la segunda vez es mejor


Mis hermanos son las únicas personas que auténticamente me dicen: “¡flooooja!”. Y lo peor es que ¡yo no sé porque!

Ellos jamás me encuentran tomando siesta, viendo tele, platicando por teléfono o cualquier otra cosa parecida; jamás me quejo cuando me ponen a lavar los trastes o barrer la sala, o cuando me mandan a bañar (¡¡iiiuuu!!);  jamás dejo mi tarea al último, siempre prefiero leer y estudiar antes que nada en el mundo y jamás, pero jamás, me quedo dormida en cualquier lado en mis ratos libres (espera… ¿tengo ratos libres?). 

Ante tal situación, solo hay una cosa que podría apostar a favor de ellos: en mis ayeres de la secundaria y preparatoria me dio flojera salir a fiestas y/o convivios, aprender a fumar, a llegar súper tarde a mi casa, a ponerme borracha por primera vez, a jugar a la botella o las cartas (donde te toca beso y agasaje), a reprobar materias, a tener novio cada tres meses y todas esas cosas que uno de adolescente podría hacer.

Aunque más que flojera, fue una convicción de no ser igual que los demás y preferí ignorar “la diversión” de una adolescente convencional (aunque a veces fue por mi Temperamento apático).  Siendo una especia de Chica Bipolar desde entonces, me mantuve al margen y opte por leer mucho, escribir algo (género literario: Diario), soñar y fantasear en exceso, ver tele hasta al cansancio y dormir todo lo posible (no sé porque comienzo a pensar que me fascina dormir).

Ser así me funciono por mucho tiempo. Fui una jovencilla rara y feliz (tirándole a la manera de ser de Bibí de “La Familia Peluche”) hasta que, como ya sabrán algunos de mis queridos lectores, tuve que elegir y estudiar parte de una carrera que en poco me satisfacía y mucho me daba en emociones negativas.

Esto de la Segunda Adolescencia en un comienzo fue más un proyecto que una circunstancia obligatoria de la vida, pero con el paso del tiempo se convirtió literalmente en una adolescencia.

Inicie el año pasado proponiéndome “salirme de la rutina”, “aprender a defenderme” y a “ser auténtica”. Así que, para poder hacer algunas de estas cosillas me había conseguido un trabajo de medio tiempo, el cual me dejaba hipercansada todos los días (y eso que era de medio tiempo), pero que al menos me ayudaba para cumplir mis antojitos al por mayor: papás, pastelitos de chocolate, papás con cueritos, limonadas (¡¡yomi!!), pizzas, limonadas eléctricas (¡¡doble yomi!!), refrescos de cola bien fríos (sin albur), saliditas al cine, saliditas a los bares, pijamadas estupendas, fiestas igualmente estupendas (incluye la bienvenida de Mecánica), deliciosas micheladas de mango o tamarindo y el propedéutico de la carrera de Psicología (¡yuju!).

Literalmente fue una adolescencia, porque en mi casa adolecieron que ya no fuera la misma niña que toooodo el tiempo se quedaba en casa y que jamás salía con amigos (bueno, porque no los tenía); no sé hasta qué punto es gracioso o penoso que mis papás y hermanos estuvieran preocupados cuando comencé a salir a los bares y por las noches (¡huuuy que ruda!). Adolecieron cuando “sufrí por amor” y cantaba todas las noches para no llorar. Adolecieron cuando me quedaba en casa porque no quería volver a la escuela y realmente me sentía mal, y  adolecieron cuando les dije que me quería cambiar de carrera por enésima vez.

En este proceso, cual buena adolescente, rompí con algunas relaciones de compañerismo y/o amistad de un día para otro y sin motivo aparente, pero de igual forma (y no al mismo tiempo) comencé nuevas relaciones que de pronto me cambiaron la vida. Mis nuevos amigos escucharon todos mis dilemas amorosos y académicos (lo cual fue novedad ser escuchada) y me aceptaron sin condición, es decir, podía ser yo misma (con todo y mis ocurrencias).

Y es que paradójicamente, lo que yo adolecí realmente sucedió mucho antes de que pasara por esta Segunda Adolescencia.  La verdad es que esta situación me indico que mi vida no estaba bien y necesitaba cambiar; necesitaba acabar con aquello que me hacía daño e iniciar con aquello que tanto deseaba. Inicie con un nuevo proyecto de vida donde incluyo la felicidad, amigos, familia y vocación. Por eso cuando me preguntan “¿No se te hace pesado estudiar dos carreras?” la repuesta es “No”, porque lo más difícil ha sido decidirlo.  

Para explicar un poco más, de porque me place estar en dos escuelas, me comprometo a platicarles sobre mis experiencias en mi primer semestre de Psicología y sus vicisitudes al estudiar el octavo semestre de Administración. ¿Y porque no a la inversa? Me comprometo a platicarles sobre mis experiencias de mi octavo semestre de Administración y sus vicisitudes al estudiar por la mañana el primer semestre en Psicología (como quiera, es el blog de una Chica Bipolar).

Para finalizar, me gustaría saber mis adorados lectores: ¿Qué situación en su vida ha resultado verdaderamente paradójica?

7 comentarios:

  1. Gracias por compartir un poco de ti, te Amo amiga, tengo una duda, Que es paradoja?

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  2. Según nuestra Real Academia Red de Redes: dícese paradoja a una figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción :D A lo que yo me refiero es a algo que ha resultado precisamente contradictorio; un momento que pudo haber sido "malo" (o lo fue) y resulto en algo "bueno", o bien, la inversa.

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  3. Caray !!! Paradójica ? Ser actuaría( con todas las posibilidades de tener una vida lujosa) y preferir trabajar en algún ministerio y estudiar otras carreras, llevar 4 años en esta carrera no tener interés en aplicarla pero de todos modos feliz de hacer otras cosas que también me apasionan.(*GN*)

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  4. me hace falta mi primera adolescencia...creo que me salte ese paso y me fui directo a las cosas de otra edad....parece q muchas cosas de esta "adolescencia" me empiezan a pasar y ya no se si no me di cuenta cuando empezo mi adolescencia y no la disfrute...o soy tan tardado que apenas voy entrando

    como sabras soy muy nena...si lo acepto...pero esto es produco de una vida desordenada y llena de tantas cosas tan raras que parece no tener sentido

    la mayor paradoja que he tenido es encontrarme...
    hay tanats cosas de mi q voy conociendo...y en todo caso quiero vivir mi segunda adolescencia por q se me antoja tanto como la playa...y cabe resaltar que se me antoja much la playa...o dios mio ¿no amas la playa? jajaj

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  5. Anónimo... otras carreras?????? O.o???

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  6. josh... playa??? uuu... no la conosco :( ... que te parece si vamos planeando con todos los cuates tu segunda adolescencia en una beach party :P

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  7. YO TE ESCUCHABA... Rogelio Nava

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